Cuentos para no dormir [Vol.01]

Creo que desaparecí. He llegado a pensar que soy invisible, un espectro de luz que camina por las calles incapaz de sentir, de pensar, de soñar. Que nadie puede verme, tocarme, ni hablarme. Creo que mi presencia ha llegado ser inadvertida para el mundo exterior, y mientras me hago transparente, van desapareciendo conmigo las penas amarillas que me evitan soñar.

Invisible como estoy, puedo ver pasar a mi lado los espectros animados que una vez pensé querer. Uno a uno, proyectados sobre sus propias sombras, se van llevando consigo los fantasmas que fuí formulando mientras les conseguía olvidar. Y los veo, tranquilamente, los veo marcharse de nuevo mientras guardo silencio al mirarlos partir.

Vacío. Se queda conmigo un espacio vacío, pintado de blanco y completamente limpio. Sin voces, sin culpas, sin reproches. Vacío, sin recuerdos, sin momentos, sin dolor. Más sigo invisible, segura en mi escondite, sola conmigo y sin ánimos de volver a ser corporal.

Hay voces, indistintas y distantes que logro escuchar. Aún no es tiempo. Todavía sigo sin querer estar, sin querer pensar, sin querer soñar…